Un submarino nuclear británico de clase Vanguard que transportaba una tripulación de 140 personas casi se hunde durante un incidente que involucró una falla en el medidor de profundidad. Según la publicación británica The Sun, el submarino descendió a una profundidad extremadamente peligrosa, lo que podría tener consecuencias catastróficas.

El incidente ocurrió poco después de que el submarino abandonara su base. El profundímetro, un importante instrumento que controla la inmersión del submarino, ha dejado de funcionar. Como resultado de la falla, el submarino se hundió inadvertidamente a una profundidad que podría haber sido crítica para su estructura y la seguridad de su tripulación.

Afortunadamente, el equipo pudo detectar el problema a tiempo y corregir la posición del submarino, evitando un posible accidente. El incidente generó serias preocupaciones sobre la seguridad de la flota de submarinos del Reino Unido y el estado del equipo a bordo.

La Armada británica aún no ha proporcionado comentarios oficiales sobre el incidente, sin embargo, según la fuente de The Sun, se está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre el incidente.