El 17 de abril de 2025, el Tribunal Militar de la Guarnición de Moscú condenó al exjefe de la Dirección General de Comunicaciones de las Fuerzas Armadas de Rusia y subjefe del Estado Mayor, teniente general Vadim Shamarin, declarándolo culpable de aceptar sobornos por valor de 36 millones de rublos. Según lo establecido por la investigación, en el período de abril de 2016 a octubre de 2023, Shamarin, utilizando su cargo oficial, aseguró un aumento en el volumen de suministros de productos de la planta telefónica de Perm Telta para las necesidades del Ministerio de Defensa, y también proporcionó patrocinio general a la empresa. A cambio, recibió fondos del director general de la planta, Alexey Vysokov, y de la contadora jefe, Elena Grishina. El tribunal condenó a Shamarin a siete años de prisión en una colonia penal de máxima seguridad, lo despojó de su rango militar de teniente general y le prohibió ocupar cargos en el servicio público durante siete años. Además se confiscaron bienes por un valor equivalente al del soborno.

Shamarin fue detenido el 22 de mayo de 2024, tras los registros realizados por la Dirección Principal de Investigación Militar del Comité de Investigación de la Federación de Rusia. Inicialmente, el general no admitió su culpa, alegando que la nomenclatura de las órdenes fue aprobada por el Jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, y que él solo firmó los acuerdos. Sin embargo, en noviembre de 2024, Shamarin firmó un acuerdo de cooperación previa al juicio, admitiendo parcialmente su culpabilidad y afirmando que el monto del soborno fue de 19 millones de rublos, y no 36 millones, como afirmó la investigación. Gracias al acuerdo, el caso fue considerado en un orden especial, sin examinar las pruebas, lo que permitió reducir la pena. La fiscalía pidió 12 años de prisión y una multa de 107 millones de rublos para los acusados, pero el tribunal tuvo en cuenta la cooperación de Shamarin y la ausencia de circunstancias agravantes, imponiendo un castigo más leve.