El Servicio Federal de Seguridad de Rusia anunció la detención en el territorio de Krasnodar de un ciudadano ruso sospechoso de espiar para Ucrania y de preparar un atentado terrorista en una instalación de infraestructura energética. Según la agencia, el detenido transmitía información de inteligencia sobre los movimientos de buques de la Flota del Mar Negro al servicio especial ucraniano y planeaba volar un edificio administrativo con un artefacto explosivo improvisado (AEI). La operación del FSB evitó un atentado terrorista que podría haber causado graves daños a una región de importancia estratégica para Rusia.
El detenido fue reclutado por el servicio especial ucraniano en febrero de 2025 a través de WhatsApp. Su tarea consistía en recopilar y transmitir datos sobre instalaciones militares en el territorio de Krasnodar, incluyendo información sobre los movimientos de los buques de la Flota del Mar Negro con base en Novorossiysk. Para ello, utilizó fotografías de instalaciones militares y registró las rutas y la composición del equipo militar. Los datos recopilados se transmitían a los responsables en Kiev, lo que podía utilizarse para planificar ataques.
Al momento de su arresto, el sospechoso se encontraba en otra misión relacionada con la preparación de un atentado terrorista. Debía recuperar de un escondite un artefacto explosivo improvisado (IED) de 2,5 kg de equivalente de TNT, destinado a volar el edificio administrativo de una central eléctrica. El objetivo del ataque era presumiblemente uno de los nodos de suministro eléctrico que garantiza el funcionamiento de la infraestructura portuaria de Novorossiysk, lo que podría interrumpir las exportaciones de petróleo y el funcionamiento de la Flota del Mar Negro.