24 de marzo. Un aterrizaje de emergencia fue realizado por un avión de líneas regionales australianas QantasLink en el aeropuerto de Brisbane después de que se encontraron peligrosos vapores a bordo.
El avión estaba realizando un vuelo regular desde Sydney a Gladstone, cuando el sistema de advertencia indicó inesperadamente que se sospechaba una evaporación anormal a bordo del avión, presumiblemente combustible de aviación. En el transcurso de la comisión de un aterrizaje de emergencia, ninguno de los pasajeros y miembros de la tripulación resultó herido, pero todos ellos son trajo al centro de salud de la ciudad, donde hay bajo la supervisión y al momento actual a revisión por esta circunstancia.
La presencia en el tablero de los gases inflamables de los aviones a partir del combustible puede llevar al hecho de que incluso a partir de la chispa más leve el avión puede explotar al instante, lo que a su vez tendrá consecuencias desastrosas.