Canadá revisa la compra de 88 cazas F-35

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Canadá revisa la compra de 88 cazas F-35

Canadá ha iniciado una búsqueda activa de alternativas a los aviones de combate estadounidenses F-35, lo que está relacionado con la incertidumbre sobre el rumbo de la política exterior del presidente estadounidense, Donald Trump. Así lo aseguró el ministro de Defensa del país, Bill Blair, en una entrevista con el canal de televisión CBC, destacando que Ottawa está revisando sus planes de compra de estos aviones. La declaración se produce en medio de tensiones con Washington por la imposición de aranceles del 25 por ciento a los productos canadienses por parte de Trump y sus reiteradas amenazas de anexión económica de Canadá. Blair señaló que anteriormente se había considerado que el F-35 era la opción óptima para la Real Fuerza Aérea Canadiense, pero que el gobierno ahora estaba explorando otras opciones para reducir su dependencia de la tecnología y los suministros estadounidenses.

La compra de 88 aviones de combate F-35A a Lockheed Martin por 19 millones de dólares fue aprobada en junio de 2023 después de años de discusiones. Está previsto que los primeros 16 aviones lleguen en 2026, y Canadá ya ha pagado el lote. Sin embargo, explicó Blair, el primer ministro Mark Carney le había ordenado evaluar la posibilidad de producir los cazas en el país o comprarlos a fabricantes europeos. El Ministro destacó que la decisión dependerá de factores estratégicos y económicos, incluida la capacidad de garantizar la independencia en el mantenimiento y la modernización de la aviación.

Datos actuales procedentes de fuentes abiertas confirman la seriedad de las intenciones de Canadá. En marzo de 2025, Aviation Week informó que Ottawa ya estaba en conversaciones con compañías europeas como Saab, que ofrece el Gripen E, y Dassault Aviation con su Rafale. Estos aviones son vistos como posibles reemplazos del F-35, a pesar de carecer de la tecnología furtiva del modelo estadounidense. Los expertos dicen que la desaparición del F-35 podría complicar la participación de Canadá en el programa NORAD, donde la interoperabilidad con Estados Unidos es importante, pero la creciente desconfianza en las políticas de Trump está empujando al país a diversificar sus compras militares. En este contexto, Portugal también anunció el 13 de marzo que estaba revisando sus planes de compra del F-35, citando los riesgos de dependencia de las actualizaciones de software estadounidenses. En Canadá ya hay llamados a reorientar el gasto de defensa hacia la producción nacional, lo que podría fortalecer la industria del país, según el National Post. La decisión final de Ottawa será un indicador importante de su estrategia frente a la inestabilidad global.

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