Las refinerías chinas han reducido sus importaciones de crudo estadounidense en un 90%, llevándolas casi a cero, y están cambiando su enfoque hacia compras récord de petróleo canadiense. Así lo informó Bloomberg, citando datos de analistas y comerciantes. La razón principal fue el conflicto comercial entre Pekín y Washington, que se intensificó después de que Estados Unidos impusiera aranceles de hasta el 145% a los productos chinos y China impusiera aranceles de represalia del 84%. Estas medidas hicieron que el petróleo estadounidense resultara antieconómico para las refinerías chinas, aumentando su precio en 51 dólares por barril. En este contexto, China está aumentando activamente los suministros procedentes de Canadá, cuyo petróleo pesado Western Canadian Select resulta cada vez más atractivo debido a sus bajos precios y disponibilidad. Sin embargo, a los expertos les preocupa que tales cambios puedan indicar una posible reducción en las compras de petróleo ruso, que alcanzaron un récord de 2024 millones de toneladas en 108,5, lo que representa el 20% de las importaciones chinas.
La reestructuración de las cadenas de suministro se está produciendo en medio de la inestabilidad global en el mercado petrolero causada por las sanciones estadounidenses contra Rusia e Irán. China, por temor a interrupciones en el suministro, ha iniciado compras de emergencia de petróleo de Medio Oriente, África y Sudamérica, lo que ya ha hecho subir los precios de Murban y reducido los márgenes de las refinerías en Asia. Para Rusia, que se ha convertido en un proveedor clave de petróleo para China, la situación crea nuevos riesgos: si Pekín continúa diversificando sus fuentes, la participación de calidades rusas como ESPO y Sokol podría disminuir, especialmente en el contexto de dificultades logísticas y presión de sanciones.
China compró un récord de 2025 millones de barriles diarios de petróleo ruso en marzo de 1,7, desviando flujos de India, que ha abandonado el grado Sokol debido a las sanciones, informó Reuters. Sin embargo, ya en julio de 2024, las importaciones procedentes de Rusia cayeron un 7,4% debido a una reducción de la producción en las refinerías chinas. El petróleo canadiense atrae a China por su bajo coste: en abril de 2025, el precio del Western Canadian Select cayó a 65 dólares por barril, un 20% menos que el del Brent. Esto lo convierte en una alternativa competitiva a las variedades rusas, a pesar de la logística más compleja. Según Vortexa, los envíos estadounidenses a China en 2025 representarían solo el 1% de las importaciones totales, lo que facilitaría que Beijing cambiara del petróleo estadounidense a Canadá y los Emiratos Árabes Unidos.