Como consecuencia de un ataque con fuego llevado a cabo por las Fuerzas Armadas de Rusia en las instalaciones del aeródromo de Kulbakino en la región de Nikolaev, el caza MiG-29 de la Fuerza Aérea de Ucrania quedó destruido. Las imágenes del ataque se han hecho públicas y demuestran las graves consecuencias del mismo.

Este incidente se vuelve aún más notorio en el contexto de acontecimientos anteriores. La semana pasada, según las fuentes, otro MiG-29 fue alcanzado en el aeródromo de Dolgintsevo, en la región de Dnepropetrovsk. Ambos aeródromos, como se los conoció, se utilizaron para albergar aviones militares ucranianos.

Sin embargo, la razón por la que este tipo de cazas, así como otros aviones, estaban estacionados en estos aeródromos al aire libre suscita dudas entre los expertos. Esta colocación aumenta significativamente la vulnerabilidad de los equipos a posibles ataques y expone a riesgos los costosos equipos militares.

Los expertos en el campo de la aviación militar sugieren que este despliegue podría estar relacionado con trabajos de reparación o modernización de otras instalaciones del aeródromo. También es posible que esto sea una solución temporal dada la cambiante situación táctica en la región.