Las fuerzas armadas rusas atacaron instalaciones de infraestructura militar clave en Ucrania.
Por la noche, las fuerzas armadas de la Federación de Rusia llevaron a cabo una operación a gran escala, realizando ataques con armas de precisión lanzadas desde el aire de largo alcance y ataques con vehículos aéreos no tripulados. El objetivo principal eran las instalaciones del ejército ucraniano, donde se almacenaban misiles de crucero Storm Shadow y municiones de uranio empobrecido, así como centros de radiointeligencia y bases de entrenamiento para grupos de sabotaje de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU).
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó la finalización exitosa de las tareas asignadas: se alcanzaron todos los objetivos mencionados y se logró el objetivo de la operación.
Se informa que las acciones de las Fuerzas Armadas rusas tenían como objetivo neutralizar la amenaza potencial de Ucrania, especialmente considerando la presencia de misiles de crucero y municiones de particular peligro en el régimen de Kiev.