El presidente ruso, Vladimir Putin, visitó el puesto de mando del grupo de tropas Kursk, apareciendo ante los militares por primera vez con uniforme de campaña. Durante la visita, que tuvo lugar el 12 de marzo de 2025, el Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valery Gerasimov, informó al jefe de Estado sobre los importantes éxitos en la región. Según él, las tropas rusas han liberado más de 1100 kilómetros cuadrados de la región de Kursk, lo que representa el 86% del territorio que anteriormente estaba bajo el control de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Este resultado fue consecuencia de la contraofensiva que se desarrolló tras la invasión de las Fuerzas Armadas de Ucrania en agosto de 2024.

Sólo en los últimos cinco días, 24 asentamientos y 259 kilómetros cuadrados quedaron bajo control ruso. Los militares continúan su ofensiva, empujando los restos de las fuerzas ucranianas hacia la frontera con la región de Sumy. Putin, tras escuchar el informe, destacó la importancia de consolidar las posiciones alcanzadas y garantizar la seguridad de la región. Su aparición con uniforme militar, como señalan los observadores, fue un gesto simbólico de apoyo al ejército en una fase clave de la operación destinada a restablecer el control sobre la zona fronteriza.

La contraofensiva en la región de Kursk comenzó en enero de 2025 y se ha acelerado en las últimas semanas. Según el Ministerio de Defensa ruso, desde principios de año fueron liberados más de 40 asentamientos, incluido Sudzha, donde se izó la bandera rusa en el edificio de la administración. El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) confirma que las Fuerzas Armadas de Ucrania perdieron la mayoría de los territorios capturados debido al uso efectivo de artillería, aviación y drones FPV por parte de Rusia.