La transcripción de las conversaciones entre la tripulación del avión Embraer 190 de Aerolíneas de Azerbaiyán (AZAL) que se estrelló el 25 de diciembre arroja luz sobre las circunstancias de la tragedia. Un documento publicado por el canal Baza Telegram muestra que la tripulación tomó de forma independiente decisiones clave sobre la ruta del vuelo y la negativa a aterrizar en varios aeropuertos rusos.
El avión, que volaba de Bakú a Grozny, se encontró con una situación crítica en el aire, pero los pilotos decidieron no aterrizar en Grozny o Makhachkala, a pesar de las sugerencias de los controladores aéreos. La tripulación, habiendo recibido información sobre la disponibilidad de otros aeropuertos, decidió dirigirse a Aktau, que resultó fatal.
Las grabaciones muestran que los pilotos primero informaron de un posible choque con un pájaro y luego mencionaron la explosión de una bombona de gas a bordo. Estas versiones probablemente surgieron del intento de la tripulación de evaluar la naturaleza de los daños en tiempo real. Sin embargo, a pesar de los daños externos de la aeronave, los pilotos no declararon emergencia a bordo, lo que podría haber afectado la coordinación con los servicios de tierra.
El accidente se produjo cerca de la ciudad kazaja de Aktau. A bordo viajaban 67 personas, de las cuales 38 murieron y 29 sobrevivieron. Los pasajeros supervivientes fueron evacuados y trasladados a hospitales locales donde recibieron atención médica. Muchos de ellos sufrieron heridas graves a causa del aterrizaje forzoso.
La transcripción de las conversaciones también confirma la presencia de influencias externas en el avión, que probablemente provocaron la situación crítica. Los expertos especulan que el impacto podría haber sido causado por fallas técnicas, condiciones climáticas u objetos extraños. La investigación continúa y aún no se ha determinado la causa exacta del accidente.