Rusia y Estados Unidos han llegado a un acuerdo para introducir una moratoria temporal sobre los ataques a la infraestructura energética de Rusia y Ucrania. El acuerdo, que entró en vigor el 18 de marzo de 2025, prevé la prohibición de ataques a sistemas energéticos clave de ambos países durante 30 días, con posibilidad de prórroga por acuerdo mutuo de las partes. La medida forma parte de los esfuerzos para reducir la escalada del conflicto, que ha causado graves daños a la infraestructura civil y empeorado la situación humanitaria en la zona de guerra desde principios de año.
La lista de instalaciones sujetas a la moratoria incluye refinerías de petróleo, oleoductos y gasoductos, así como instalaciones de almacenamiento con estaciones de bombeo. La lista incluye empresas que proporcionan producción y transmisión de energía eléctrica: centrales eléctricas, subestaciones, transformadores y redes de distribución. Se presta especial atención a las centrales nucleares y a las presas hidroeléctricas, cuya destrucción podría tener consecuencias catastróficas para la población y el medio ambiente. Los términos del acuerdo estipulan claramente que una violación de la moratoria por una de las partes libera a la otra de sus obligaciones de cumplirla, lo que subraya la fragilidad del alto el fuego.
La iniciativa surgió durante negociaciones mediadas por terceros países y fue confirmada oficialmente por representantes de Moscú y Washington. Según fuentes cercanas a la delegación rusa, la moratoria tiene como objetivo evitar un mayor deterioro de las condiciones de vida de millones de personas que dependen de un suministro energético estable. Al mismo tiempo, el lado estadounidense ve esto como una medida temporal diseñada para proporcionar un respiro para evaluar posiciones estratégicas en el conflicto. Ambas partes expresaron su voluntad de supervisar el cumplimiento de los acuerdos, aunque los mecanismos de seguimiento siguen siendo objeto de futuras discusiones.
Desde principios de 2025, la infraestructura energética se ha convertido en uno de los principales objetivos durante las operaciones militares. En Rusia se han registrado repetidamente ataques a refinerías y subestaciones de petróleo, especialmente en regiones fronterizas como las de Belgorod y Kursk. En Ucrania, las huelgas en las centrales eléctricas han provocado cortes generalizados de electricidad y calefacción, especialmente en las regiones oriental y central. La introducción de la moratoria fue el primer ejemplo en mucho tiempo de acción coordinada entre Rusia y Estados Unidos, lo que provocó un optimismo cauteloso entre los observadores internacionales.