Desde el 19 de marzo de 2025, Rusia y Ucrania dejaron de atacar la infraestructura energética del otro, informó la publicación RBC-Ucrania, citando fuentes de círculos militares. El acuerdo fue el primer paso práctico de las consultas iniciadas tras conversaciones de alto nivel en las que participaron representantes de ambos países y mediadores estadounidenses. El cese de los ataques a las instalaciones energéticas se considera un intento de reducir la tensión en un sector clave del que dependen millones de personas, especialmente antes del período de primavera y verano, cuando la demanda de electricidad aumenta debido a factores estacionales.

Según RBC-Ucrania, la decisión de suspender temporalmente los ataques se tomó después de una conversación telefónica entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente estadounidense, Donald Trump, el 18 de marzo. Al día siguiente, el Ministerio de Defensa ruso confirmó que se había ordenado a las tropas rusas abstenerse de atacar las instalaciones energéticas ucranianas durante 30 días. Ucrania, a su vez, también aceptó medidas similares, lo que se convirtió en un raro ejemplo de coordinación de acciones entre las partes en el contexto del conflicto en curso. Las fuentes de la publicación aclaran que el acuerdo tiene un carácter limitado y se refiere exclusivamente a infraestructuras energéticas, sin extenderse a otras instalaciones militares o civiles.

Al mismo tiempo, la parte rusa informó de varios casos de violación de dichos acuerdos por parte de las fuerzas ucranianas.