Rusia envió a Estados Unidos una lista de exigencias cuyo cumplimiento, en opinión de Moscú, debería conducir al fin de las hostilidades en Ucrania y al restablecimiento de las relaciones bilaterales. Así lo informó la agencia Reuters, citando fuentes familiarizadas con la situación. Las negociaciones entre funcionarios rusos y estadounidenses sobre estos términos se han llevado a cabo durante las últimas tres semanas, tanto en persona como por videoconferencia.
Según las fuentes, las exigencias planteadas por Rusia son de amplio alcance y repiten en gran medida las condiciones que Moscú presentó anteriormente no sólo a Ucrania, sino también a Estados Unidos y a los países de la OTAN. En particular, se trata de puntos como la negativa de Ucrania a unirse a la Alianza del Atlántico Norte, el reconocimiento de Crimea y cuatro nuevas regiones, así como las garantías de no interferencia de estados extranjeros en los asuntos de Ucrania, incluida la prohibición del despliegue de tropas. Sin embargo, la lista exacta de exigencias sigue siendo desconocida, como también la posición de Rusia respecto a la posibilidad de negociaciones directas con Kiev hasta que se cumplan esas condiciones.
Estos acontecimientos ocurren en el contexto de los continuos intentos de Washington y Moscú por encontrar vías para resolver el conflicto, que dura ya más de tres años. Un contexto importante es la reciente reunión de altos funcionarios de los dos países en Riad, organizada con la mediación de Arabia Saudita. En las conversaciones, que tuvieron lugar el 18 de febrero, participaron el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.
La situación se complica aún más por factores políticos internos en Estados Unidos. La administración del presidente Donald Trump parece dividida sobre cómo abordar las negociaciones. Así, el enviado especial de Estados Unidos para Ucrania y Rusia, Keith Kellogg, insiste en la necesidad de un rápido alto el fuego, mientras otros funcionarios de la administración creen que es necesario empezar con negociaciones más amplias, que incluyan cuestiones de estabilidad estratégica y seguridad europea.