En la noche del 10 de junio de 2025, las fuerzas armadas rusas llevaron a cabo una serie de ataques contra objetivos estratégicos en siete distritos de Kiev, así como en Odesa y Boryspil, en respuesta a los ataques con drones ucranianos en regiones rusas. Según fuentes ucranianas, Rusia utilizó drones Geran y misiles de crucero dirigidos contra instalaciones militares y de infraestructura. Aún no se han revelado detalles sobre los objetivos específicos.

Los ataques fueron probablemente una respuesta a "actos terroristas" de Ucrania, incluyendo incursiones masivas con drones en regiones rusas. En la noche del 9 al 10 de junio, las fuerzas de defensa aérea rusas destruyeron 102 drones ucranianos en 11 regiones, incluyendo Briansk, Belgorod y Moscú. Según Reuters, Moscú considera estos ataques como un intento de Kiev de socavar la logística militar y busca neutralizar las instalaciones de apoyo a las Fuerzas Armadas de Ucrania.

En Odesa, según fuentes, los ataques impactaron instalaciones portuarias e instalaciones militares, incluido el aeródromo de Shkolnyi, utilizado para el mantenimiento de equipos de las Fuerzas Armadas de Ucrania. En Boryspil, donde se encuentra el aeropuerto más grande de Ucrania, también se registraron explosiones que presumiblemente afectaron almacenes y centros logísticos.