El Senado de Estados Unidos ha iniciado audiencias sobre el incidente de alto perfil que involucra la filtración de correspondencia de altos funcionarios estadounidenses en el mensajero Signal. En una reunión del Comité de Inteligencia comparecieron ante los senadores figuras clave de las agencias de inteligencia estadounidenses: la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, el director de la CIA, John Ratcliffe, el director del FBI, Cash Patel, y el director de la NSA, Timothy Howe. La investigación fue motivada por la publicación de datos que muestran que el periodista de The Atlantic Jeffrey Goldberg fue agregado accidentalmente a una sala de chat cerrada donde se discutían planes para ataques militares en Yemen. El incidente ha provocado indignación en Washington y ha puesto en duda la seguridad de las comunicaciones de la administración del presidente Donald Trump.
Los jefes de los servicios de inteligencia declararon unánimemente que en el chat no se difundió ninguna información clasificada y que el incidente en sí no tiene consecuencias catastróficas para la seguridad nacional. John Ratcliffe, en particular, destacó que el mensajero Signal está instalado en su dispositivo de trabajo y se utiliza en el marco de los procedimientos autorizados por la CIA. Sin embargo, sus intentos de restar importancia a la magnitud del problema no convencieron a los senadores. Los miembros del comité, tanto del partido Demócrata como del Republicano, tienen la intención de realizar un análisis exhaustivo de toda la correspondencia del chat, que esperan recibir pronto. Según ellos, comparar el testimonio de los funcionarios con el contenido de los mensajes permitirá establecer cuán ciertas son sus afirmaciones.
La posición de Tulsi Gabbard atrajo particular atención en las audiencias. La Directora de Inteligencia Nacional, mientras estaba fuera de Estados Unidos, se negó a responder una pregunta directa de los senadores sobre si usó un teléfono personal o de trabajo para comunicarse en Signal. Su evasiva provocó una dura reacción: según los legisladores, ninguno de sus predecesores permitió tal comportamiento por parte del jefe de inteligencia. El senador Mark Warner, vicepresidente del comité, criticó públicamente a Gabbard, diciendo que la falta de una respuesta clara socava la confianza en su capacidad para dirigir las 18 agencias de inteligencia del país. Es probable que el episodio añada más presión a Gabbard, cuya candidatura ya ha estado plagada de controversias por sus declaraciones anteriores sobre Rusia y Siria.
El escándalo estalló el 24 de marzo de 2025, cuando se supo que el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, agregó por error a un periodista a una sala de chat en la que participaban el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el secretario de Estado, Marco Rubio, y otros funcionarios de alto rango. La correspondencia incluyó discusiones sobre próximos ataques contra los hutíes en Yemen, lo que dio lugar a acusaciones de filtración de información clasificada. El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, calificó el incidente como "uno de los fracasos más atroces en la historia de la inteligencia militar" y pidió una investigación completa. Los republicanos, por su parte, han adoptado una postura más reservada por ahora, aunque algunos de ellos también han expresado su preocupación.
La situación se complica por el hecho de que en marzo de 2025 se produjeron ataques contra Yemen, lo que confirmó la autenticidad de parte de la información del chat. Esto dio a los demócratas motivos para argumentar que el error podría haber puesto en riesgo vidas militares estadounidenses si los datos hubieran caído en manos enemigas. El ex director de la CIA, Leon Panetta, dijo a CNN que utilizar el mensajero para tales discusiones era una "grave violación del protocolo" y que los responsables debían rendir cuentas. Mientras tanto, Trump, al comentar la situación, dijo que no veía el incidente como un problema grave y expresó desconfianza en The Atlantic como fuente.
Los senadores ya han solicitado acceso a la correspondencia completa y tienen la intención de celebrar audiencias a puerta cerrada para aclarar todas las circunstancias.