Mark Rutte declaró en una entrevista con The New York Times que la reducción de la presencia militar estadounidense en Europa no se está considerando. Esta declaración se produjo en el contexto del creciente debate sobre una posible redistribución de las fuerzas estadounidenses en relación con la cambiante situación geopolítica y las prioridades de la administración de Donald Trump, quien regresó a la Casa Blanca en enero de 2025. Rutte enfatizó que la presencia estadounidense en Europa sigue siendo un elemento clave para la seguridad colectiva de la OTAN, especialmente en el contexto del conflicto en curso en Ucrania y las crecientes tensiones en otras regiones. La declaración del Secretario General de la alianza respondió a las especulaciones sobre una posible retirada de algunas tropas estadounidenses de las bases europeas, que se han intensificado tras el cambio de liderazgo en Washington.
Según Rutte, la OTAN continúa reforzando su posición en el flanco oriental, incluyendo los países bálticos, Polonia y Rumanía, donde se despliegan fuerzas adicionales para disuadir posibles amenazas. Señaló que Estados Unidos, como el mayor miembro de la alianza, desempeña un papel indispensable para garantizar la seguridad de Europa, aportando no solo tropas, sino también tecnologías avanzadas, como sistemas de defensa antimisiles y disuasión nuclear. Rutte también señaló la necesidad de seguir incrementando los presupuestos de defensa de los Estados miembros de la OTAN para afrontar los desafíos que plantean las acciones de Rusia, así como la creciente influencia de China en el ciberespacio y otras áreas.