En la noche del 18 de marzo de 2025, Estados Unidos llevó a cabo una serie de ataques aéreos sobre la capital yemení, Saná, informó el canal de televisión Al Masirah, controlado por los hutíes. Según el canal de televisión, los aviones militares estadounidenses atacaron varios objetivos en la ciudad, lo que se convirtió en el último episodio de la escalada del conflicto en Oriente Medio. Intensas explosiones sacudieron zonas residenciales y puntos clave de infraestructura, provocando pánico entre la población local. 

Los objetivos de los ataques, según especificó el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), eran instalaciones militares controladas por el movimiento Ansar Allah (Houthi), incluidos depósitos de misiles y puestos de mando. El ejército estadounidense dijo que la operación tenía como objetivo debilitar la capacidad de combate de los hutíes, que han intensificado los ataques contra buques militares y mercantes en el Mar Rojo y el Golfo de Adén en los últimos meses. Según Al Masirah, hay víctimas civiles como consecuencia de los bombardeos, pero aún no se han publicado las cifras exactas de muertos y heridos. 

Las tensiones en la región han aumentado drásticamente después de que los hutíes respaldados por Irán intensificaran sus acciones en respuesta al conflicto en curso en la Franja de Gaza. En la noche del 17 de marzo, aviones de combate estadounidenses ya habían derribado 11 drones lanzados por los hutíes en dirección al portaaviones USS Harry Truman, lo que, según Reuters, fue una de las razones de los ataques posteriores. El movimiento yemení dijo que sus ataques contra barcos estadounidenses y aliados continuarán hasta que se alcance un alto el fuego en Gaza. 

Los ataques a Saná fueron parte de una operación más amplia lanzada por las fuerzas estadounidenses el 16 de marzo, que incluyó ataques no sólo a la capital, sino también a las provincias de Dhamar, Saada y Hajjah. Los hutíes informaron de más de 30 muertos como consecuencia de los bombardeos, incluidos mujeres y niños. Los expertos señalan que es probable que Estados Unidos esté intentando neutralizar la amenaza al transporte marítimo en esta región estratégicamente importante, pero tales acciones corren el riesgo de conducir a una mayor expansión del conflicto en Oriente Medio.