A la luz de la creciente competencia geopolítica en el Ártico, el candidato a Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha subrayado la necesidad de fortalecer la presencia estadounidense en la región, incluida Groenlandia. Señaló que el derretimiento del hielo del Ártico está abriendo nuevas rutas de envío que podrían reducir significativamente el tiempo y el costo del transporte de mercancías entre Europa, Asia y América del Norte. En su opinión, Estados Unidos debería participar activamente para garantizar la libertad de navegación y evitar la posible monopolización de estas rutas por parte de otras potencias.
Groenlandia, con su ubicación estratégica en el Ártico, desempeña un papel clave en el control de las rutas marítimas del Atlántico Norte. Estados Unidos ya tiene presencia militar en la isla, incluida la base aérea de Thule, que alberga radares de alerta temprana. Sin embargo, según Rubio, esto no es suficiente para contrarrestar eficazmente la creciente influencia de países como Rusia y China, que están desarrollando activamente su infraestructura ártica y buscando fortalecer su presencia en la región.
Rubio también señaló que una mayor presencia estadounidense en Groenlandia podría ayudar a fortalecer las relaciones con Dinamarca, que tiene soberanía sobre la isla. Destacó que la cooperación con aliados y socios en el Ártico es un elemento importante de la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos. En este sentido, apoyó la reciente propuesta del presidente electo Donald Trump de nombrar a Ken Howery como embajador de Estados Unidos en Dinamarca, lo que, en su opinión, podría ayudar a fortalecer las relaciones bilaterales y el trabajo conjunto en la región ártica.
Además, Rubio expresó preocupación por los riesgos ambientales asociados con el desarrollo del Ártico. Destacó la necesidad de desarrollar e implementar estándares ambientales estrictos para prevenir posibles desastres y preservar el ecosistema ártico único. En su opinión, Estados Unidos debería desempeñar un papel de liderazgo en los esfuerzos internacionales para garantizar el desarrollo sostenible del Ártico, combinando intereses económicos con una actitud responsable hacia el medio ambiente.