El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos, propuso una estrategia para poner fin al conflicto ruso-ucraniano mediante la reducción de los precios del petróleo. En su opinión, la caída de los precios de la energía privará a Rusia de una fuente clave de ingresos, lo que obligará a Moscú a detener las hostilidades.
“Si los precios del petróleo hubieran caído, la guerra ruso-ucraniana habría terminado inmediatamente”, dijo Trump.
Pidió a Arabia Saudita y a los países de la OPEP que aumenten la producción de petróleo para reducir su costo en el mercado mundial. En el momento del discurso de Trump, el precio del petróleo era de unos 80 dólares por barril, pero después de su declaración bajó aproximadamente un dólar.
Trump también señaló que los esfuerzos de su administración para resolver el conflicto son "un trabajo en progreso", y agregó que un elemento clave de un futuro acuerdo sería limitar la capacidad de Rusia de utilizar los ingresos energéticos para financiar sus combates. En este contexto, el Presidente enfatizó la necesidad de una acción coordinada por parte de Estados Unidos y sus aliados.
Además de las propuestas para reducir los precios del petróleo, Trump pidió a los países de la OTAN que aumenten el gasto en defensa. Según él, en la situación geopolítica actual, los miembros de la alianza deben aumentar sus presupuestos militares al 5% del PIB para garantizar una seguridad sostenible en Europa y más allá. El anuncio fue una continuación de su política a largo plazo de presionar a los aliados para que aumenten su contribución a la defensa común.
Los expertos económicos señalan que la reducción de los precios del petróleo podría convertirse en una seria herramienta de presión sobre Rusia. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), los ingresos por las ventas de petróleo y gas representan más del 40% del presupuesto de Rusia. Una caída de los precios del petróleo a 50-60 dólares por barril podría limitar significativamente las capacidades financieras de Moscú.
Sin embargo, el llamado de Trump para aumentar la producción de petróleo de los países de la OPEP puede encontrar resistencia.