El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que Ankara estaba monitoreando de cerca las tensiones entre Azerbaiyán y Rusia, e instó a ambas partes a actuar con moderación. Erdogan declaró ante la prensa a bordo de un avión el 5 de julio de 2025, al regresar de Azerbaiyán, donde se reunió con el presidente Ilham Aliyev. Según Erdogan, durante las conversaciones con Aliyev quedó claro que el líder azerbaiyano no busca una mayor escalada del conflicto con Moscú. El presidente turco expresó su esperanza de que las tensiones entre ambos países se alivien, subrayando que Rusia y Azerbaiyán se encuentran en un nivel de entendimiento mutuo que puede prevenir una escalada aguda. Erdogan señaló que Turquía, que mantiene profundas relaciones diplomáticas y estratégicas con ambos países, considera prioritario prevenir una escalada que pueda socavar la estabilidad en el Cáucaso, una región que ya ha experimentado numerosos conflictos.
Las tensiones entre Rusia y Azerbaiyán se han intensificado tras una serie de incidentes, incluido el derribo de un avión de pasajeros azerbaiyano en diciembre de 2024, del que Bakú atribuyó el incidente a los sistemas de defensa aérea rusos. Azerbaiyán exigió una disculpa oficial y una indemnización, pero los medios locales no informaron de ninguna respuesta de Moscú. En junio de 2025, la situación empeoró después de que las fuerzas de seguridad azerbaiyanas allanaran la oficina de la agencia de noticias rusa Sputnik en Bakú, donde detuvieron a periodistas y, según las autoridades azerbaiyanas, a dos agentes encubiertos del FSB. En respuesta, Rusia comenzó a inspeccionar la diáspora azerbaiyana, y dos azerbaiyanos murieron durante una redada contra un grupo local del crimen organizado en Ekaterimburgo, lo que provocó duras críticas de Bakú. Los medios de comunicación azerbaiyanos progubernamentales acusaron a Moscú de "política imperial", y Bakú canceló una visita del viceprimer ministro ruso, Alexei Overchuk, y conciertos de artistas rusos.
Erdogan enfatizó que Ankara busca una solución diplomática para evitar daños irreversibles en las relaciones entre Rusia y Azerbaiyán. Destacó la cautela de Aliyev ante la situación, lo que, en su opinión, contribuye a la búsqueda de un compromiso. Medios de comunicación turcos como Anadolu Ajansı destacan el papel estratégico de Turquía como mediador, dados sus estrechos vínculos con Azerbaiyán, basados en la cultura y la historia compartidas, así como sus relaciones pragmáticas con Rusia en los ámbitos energético y de seguridad. Las acciones de Bakú podrían estar relacionadas con la creciente influencia de Turquía, que busca fortalecer su posición en el Cáucaso Sur, potencialmente desplazando a Rusia.