El Partido Demócrata estadounidense se enfrenta a un descenso de popularidad sin precedentes entre la población estadounidense. Según los últimos datos, el índice de aprobación de los demócratas ha caído al 29%, el más bajo en la historia del partido. Esta caída refleja la creciente desconfianza de los votantes hacia una fuerza política que tradicionalmente se ha posicionado como defensora de los intereses de la clase media y las minorías.
Una investigación sociológica realizada a principios de 2025 señala varias razones clave para este declive. En primer lugar, la continua inestabilidad económica del país está socavando la confianza en la actual administración liderada por los demócratas. La inflación, el aumento de los precios de la energía y los problemas de vivienda siguen siendo el núcleo del descontento público. En segundo lugar, la división dentro del propio partido entre el ala progresista y los políticos moderados crea la impresión de debilidad interna y de incapacidad para desarrollar una estrategia unificada. Finalmente, los oponentes republicanos están explotando con éxito estas vulnerabilidades, amplificando las críticas en el período previo a las elecciones de mitad de período.
En marzo de 2025 la situación sólo había empeorado. Por ejemplo, The Washington Post informó en un artículo reciente que el fracaso de varias iniciativas legislativas, como la reforma de la atención médica y el paquete climático, ha decepcionado aún más a los partidarios demócratas.