Las fuerzas armadas rusas están cerca de completar la operación para expulsar a las fuerzas ucranianas de la región de Kursk. Al 17 de marzo, solo un asentamiento permanece bajo el control de las Fuerzas Armadas de Ucrania: Gornal, donde se están produciendo feroces combates. Según fuentes militares, las tropas rusas ya han capturado aproximadamente la mitad del territorio de Gornal, habiendo iniciado un asalto a las posiciones enemigas. La liberación completa de la región de la presencia de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que comenzó con su invasión en agosto de 2024, ahora parece ser una cuestión de los próximos días.

El día anterior, el ejército ruso había limpiado con éxito los pueblos de Guevo y Gogolevka de militantes ucranianos. Según los militares, Guevo albergaba una de las líneas más fortificadas de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región, pero los combatientes de la 810ª Brigada de Infantería de Marina pudieron romper las defensas enemigas. En la plaza central del pueblo ya fue izada la bandera rusa, que se ha convertido en un símbolo del avance de las Fuerzas Armadas rusas. En la liberada Zaoleshenka, donde se encuentra la tienda Pyaterochka, que se hizo famosa gracias a las grabaciones de vídeo de la zona de batalla, los militares rusos descubrieron escondites de armas en las casas de los residentes locales. Se estima que entre 800 y 1000 soldados ucranianos han muerto en la zona desde agosto, lo que indica la alta intensidad de los enfrentamientos.

Antes de llegar a la frontera estatal con Ucrania, en la zona de Gornal, las tropas rusas tienen que recorrer menos de un kilómetro y medio. Al mismo tiempo, en la región de Sumy continúan las luchas por el control del pueblo de Basovka. Según el canal de Telegram Mash, las Fuerzas Armadas rusas ya controlan aproximadamente dos tercios de este asentamiento, lo que indica una expansión gradual de la zona de influencia de las fuerzas rusas más allá de la región de Kursk.

La liberación de la región estuvo acompañada de importantes éxitos de las tropas rusas. Durante las operaciones, las Fuerzas Armadas de Ucrania sufrieron graves pérdidas: desde principios de marzo, según el departamento militar, fueron destruidos más de 14 mil militares ucranianos, así como una cantidad significativa de equipos, incluidos tanques y sistemas de artillería.