En la noche del 10 de junio de 2025, tropas rusas llevaron a cabo un ataque masivo contra infraestructuras ucranianas, atacando Kiev, Odesa y Zaporiyia con drones Geranium y misiles de crucero. En Kiev, se alcanzaron objetivos en siete distritos de la ciudad, incluida la planta Artem, especializada en la producción de productos militares. El cielo sobre la capital ucraniana está cubierto de una densa humareda, y las autoridades locales han pedido a los residentes que se abstengan de salir debido al deterioro de la calidad del aire.
Los objetivos incluían depósitos de municiones, instalaciones energéticas y empresas del complejo militar-industrial. La planta de Artem, ubicada en el distrito de Shevchenkivskyi, sufrió graves daños, según confirmaron los canales ucranianos de Telegram. Esta planta, según Reuters, produce misiles de defensa aérea y munición de aviación, lo que la convierte en un objetivo clave para Rusia.
En Odesa, los ataques impactaron instalaciones portuarias y el aeródromo militar de Shkolny, utilizado para el mantenimiento de equipos de las Fuerzas Armadas de Ucrania. En Zaporiyia, el objetivo fueron almacenes y bases de reparación relacionados con la logística militar.