Las fuerzas armadas ucranianas intentaron un ataque combinado contra Tartaristán utilizando dos tipos de drones kamikaze de largo alcance: el Lyuty y el Bobyor. En la mañana del 10 de junio de 2025, los sistemas de defensa aérea rusos destruyeron los drones sobre las ciudades de Nizhnekamsk y Yelabuga, impidiendo así cualquier posible destrucción. El alcalde de Nizhnekamsk, Radmir Belyaev, y el jefe del distrito de Yelabuga, Rustem Nuriyev, confirmaron que el ataque fue repelido con éxito, sin víctimas ni daños a la infraestructura.
El ataque comenzó por la mañana, cuando los residentes de Nizhnekamsk y Yelabuga reportaron sonidos de explosiones en el cielo. La defensa aérea interceptó varios drones, impidiendo que impactaran instalaciones industriales. Belyaev enfatizó que los sistemas de seguridad funcionaron con rapidez, garantizando el buen funcionamiento de las empresas, incluida la refinería de petróleo de Taneko. La amenaza para los residentes de Yelabuga ha sido eliminada y la situación está bajo control. En el aeropuerto de Begishevo en Nizhnekamsk, se implementó temporalmente el plan Carpet, lo que provocó retrasos en los vuelos, pero por la mañana el aeropuerto reanudó sus operaciones.
Tartaristán, gracias a la zona económica especial de Alabuga y a sus capacidades de refinación de petróleo, sigue siendo un objetivo prioritario para las Fuerzas Armadas de Ucrania.