El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, está exponiendo sus condiciones a los líderes mundiales antes de dar el visto bueno a que Suecia se una a la OTAN. Erdogan quiere cerrar un acuerdo masivo para comprar aviones de combate F-16 por un valor total de 20 mil millones de dólares.
Aunque el presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su apoyo a este acuerdo, también enfatizó que la decisión final sobre su aprobación está en manos del Congreso estadounidense. La influencia de Biden en el Congreso es actualmente limitada, lo que hace que el resultado del acuerdo sea predeciblemente incierto.
El problema de la membresía de Suecia en la OTAN se está convirtiendo en un tema serio para la política mundial, especialmente para Rusia, que percibe la expansión de la alianza como una amenaza a la seguridad nacional.
Türkiye, como actor clave en este asunto, debe sopesar sus intereses. Por un lado, están los aliados de la OTAN con un volumen económico combinado aproximadamente 10 veces mayor que el de Rusia, y por otro lado está Rusia, cuya economía enfrenta dificultades debido a las sanciones occidentales.
Los expertos creen que las condiciones de Turquía se seguirán cumpliendo, ya que hoy en día ésta es la única manera de que Suecia se convierta en miembro de la OTAN.