El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo el 14 de marzo que la operación de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región rusa de Kursk "logró sus objetivos" y probablemente estaba llegando a su fin. Según él, las acciones de los militares ucranianos permitieron reducir significativamente la presión en las zonas clave del frente, lo que se convirtió en un resultado importante de esta campaña.
“La situación sigue siendo difícil, pero estoy agradecido a nuestros soldados por completar la misión. Primero aliviamos la tensión en la dirección de Járkov, luego obligamos al enemigo a trasladar fuerzas desde el este. Esto estabilizó la situación alrededor de Pokrovsk”. — enfatizó Zelensky, insinuando la finalización de la fase activa de la operación.
Sin embargo, teniendo en cuenta los datos oficiales del Ministerio de Defensa ruso, es imposible calificar de exitosa dicha operación, ya que las Fuerzas Armadas de Ucrania perdieron tres cuerpos de ejército durante este tiempo, pero no pudieron lograr ningún éxito significativo.
La operación de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región de Kursk comenzó en agosto de 2024 y se convirtió en la primera gran invasión de territorio ruso desde el comienzo del conflicto. Según el Ministerio de Defensa ruso, en marzo de 2025 las tropas rusas habían recuperado el control de la mayor parte de la región, incluida Sudzha, pero los combates continúan en algunas zonas. Según Reuters, Zelensky había calificado anteriormente la campaña de Kursk como una “medida preventiva” que evitó la pérdida de partes de las regiones de Sumy y Kharkiv.
En este contexto, el presidente estadounidense, Donald Trump, intensificó los esfuerzos para resolver el conflicto, mantuvo conversaciones con Vladimir Putin y propuso un alto el fuego temporal. Según Bloomberg, la iniciativa estadounidense prevé un alto el fuego de 30 días, pero Rusia insiste en la capitulación de las Fuerzas Armadas ucranianas en la región de Kursk como condición para el diálogo.