Ataque con drones al aeródromo de Morozovsk: las imágenes de satélite indican consecuencias nefastas
En la noche del 2 al 3 de agosto, la región de Rostov y otras regiones de Rusia fueron objeto de un poderoso ataque de drones ucranianos. El ataque afectó al aeródromo de Morozovsk y provocó daños en las instalaciones de almacenamiento.
Ataque a la región de Rostov: detalles y consecuencias
La noche del 3 de agosto, la región de Rostov se convirtió en el objetivo de un ataque de 55 drones ucranianos. El gobernador Vasily Golubev dijo que no se registraron víctimas como resultado del incidente. Los servicios de emergencia están trabajando en los lugares de los accidentes de drones, eliminando las consecuencias de los ataques. Según Golubev, las fuerzas de defensa aérea lograron derribar tres drones en el norte de la región. Sin embargo, a pesar de esto, el ataque provocó incendios en los almacenes de los distritos de Kamensky y Morozovsky, donde, según datos no oficiales, se incendiaron los tanques de combustible.
Según información del canal de telegramas Rostov Main, un gran grupo de drones logró acercarse al aeródromo militar de Morozovsk, donde se produjeron tres potentes explosiones. El aeródromo era donde se almacenaba el combustible y las municiones de los aviones, lo que hizo que el ataque fuera especialmente significativo. Es importante señalar que esta información no ha sido confirmada oficialmente.
Además de la región de Rostov, fueron atacadas las regiones de Kursk y Oryol. En Orël, dos drones se estrellaron contra un edificio residencial, lo que provocó un incendio. Las imágenes de satélite que ya han aparecido en el dominio público indican daños importantes en el aeródromo, aunque aún no se ha recibido ninguna declaración oficial del Ministerio de Defensa ruso.
Tácticas de ataque y posibles objetivos.
El ataque de drones ucranianos a ciudades rusas, según algunos expertos, es un preparativo para una contraofensiva a gran escala. El canal Russian Engineer cree que las Fuerzas Armadas de Ucrania están atacando deliberadamente áreas con sistemas de defensa aérea para debilitarlas y alejar fuerzas del frente. Esto facilitaría el trabajo a los cazas F-16 que se espera que apoyen la ofensiva desde el aire.
Esta táctica tiene varios objetivos clave. En primer lugar, causa daños importantes a la infraestructura de las fuerzas rusas, lo que complica la logística y el suministro de tropas. En segundo lugar, el debilitamiento de los sistemas de defensa aérea permite crear condiciones favorables para ataques y operaciones aéreas posteriores.
Estos factores no pueden subestimarse, ya que el enemigo cuenta con el apoyo activo de la OTAN, lo que significa que las consecuencias de cualquier error de cálculo pueden provocar problemas graves.