Tanque K-90: ​​experimento soviético con blindaje flotante
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Tanque K-90: ​​experimento soviético con blindaje flotante

Tanque K-90: ​​experimento soviético con blindaje flotante

El tanque K-90 es un episodio poco conocido, pero notable, en la historia del diseño de tanques soviéticos. Desarrollado a finales de la década de 1940 y principios de la de 1950, este tanque anfibio ligero se creó como alternativa al tanque PT-76 como parte de un programa para equipar al Ejército Rojo con vehículos de reconocimiento y para superar obstáculos acuáticos. Basado en componentes de un camión y un tractor de artillería, el K-90 fue un intento de crear un vehículo sencillo y fiable para misiones especiales. Aunque el tanque nunca entró en servicio, su desarrollo refleja el deseo de la URSS de crear vehículos de combate universales en el contexto de la reconstrucción de posguerra.

Antecedentes y creación

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética se enfrentó a la necesidad de modernizar sus fuerzas blindadas. Los tanques pesados ​​y medianos, como el T-34 y el IS-2, resultaron eficaces en operaciones ofensivas a gran escala, pero las operaciones de reconocimiento, seguridad y desembarco requerían vehículos ligeros capaces de superar obstáculos acuáticos. En 1949, la Oficina de Diseño del Comité de Ingeniería de las Fuerzas Terrestres, dirigida por A. F. Kravtsev, comenzó a desarrollar un tanque anfibio ligero, denominado K-90. El proyecto surgió como alternativa al tanque PT-76, que se desarrollaba en paralelo y utilizaba un sistema de propulsión a chorro de agua. En contraste, el K-90 se diseñó con un diseño de hélice más tradicional, considerado una solución menos arriesgada.

Para acelerar el desarrollo y reducir los costos de producción, el K-90 se basó en el tractor de artillería sobre orugas M-2 y el camión MAZ-200 (algunas fuentes indican el YaAZ-200). Paralelamente al tanque, se desarrolló el vehículo blindado de transporte de personal anfibio K-78 sobre la misma base. Los dos primeros prototipos del K-90 se fabricaron en 1950 en el VRZ n.° 2 de la GBTU. En julio de 1950, uno de los prototipos se sometió a pruebas comparativas con el PT-76, pero resultó inferior a su competidor en cuanto a fiabilidad de la transmisión, estanqueidad y protección de la hélice. Como resultado, el PT-76 fue aceptado en servicio y se interrumpieron los trabajos en el K-90 y el K-78. A pesar del fracaso, el proyecto K-90 contribuyó al desarrollo de los vehículos anfibios soviéticos, demostrando las capacidades y limitaciones de un diseño simplificado.

Diseño y especificaciones

El K-90 era un tanque anfibio ligero que priorizaba la simplicidad de diseño y la capacidad de superar obstáculos acuáticos. El casco estaba fabricado con blindaje de acero laminado con un espesor mínimo para reducir el peso: la parte frontal del casco tenía un espesor de 6-15 mm (en ángulos de 35-78°), los laterales de 6-10 mm, la parte trasera e inferior de 6 mm, y la torreta de 12-15 mm. Este blindaje solo protegía contra balas y metralla, lo que lo hacía vulnerable a cualquier arma antitanque. La disposición era de motor delantero, con el motor a la derecha y el compartimento de control a la izquierda, y la transmisión se ubicaba a lo largo del eje central del casco. El compartimento de combate con la torreta se desplazó a la parte trasera, lo que permitió que el cañón del cañón no sobresaliera más allá de las dimensiones del casco.

El armamento principal del K-90 era el cañón estriado LB-76T de 76 mm con un cañón de calibre 46,1, eficaz contra vehículos blindados ligeros a una distancia de hasta 1000 metros. La carga de munición era de 40 cartuchos. Además, llevaba instalada una ametralladora SG-7,62 de 43 mm con 2000 cartuchos. La mira TShK-9 proporcionaba una precisión de tiro básica. La tripulación de tres hombres (comandante-artillero, cargador y conductor) trabajaba en condiciones de hacinamiento, típicas de los tanques ligeros.

Para garantizar su flotabilidad, el K-90 utilizaba dos hélices en la popa, lo que le permitía alcanzar velocidades de hasta 10 km/h en el agua. El motor YaAZ-204 (diésel, 131 CV) proporcionaba al tanque de 10,5 toneladas una velocidad máxima de 42 km/h en carretera y de unos 10 a 15 km/h en terrenos accidentados. La autonomía de crucero alcanzaba entre 150 y 350 km en carretera y entre 90 y 100 km en tierra o agua. La suspensión individual de barra de torsión le proporcionaba una aceptable capacidad todoterreno, y la baja presión específica sobre el suelo (0,5 kg/cm²) le permitía superar tramos difíciles.

especificaciones:

 

  • Peso: ~10,5 toneladas
  • Tripulación: 3 personas (comandante-artillero, cargador, conductor)
  • Blindaje: parte delantera del casco - 6-15 mm (35-78°), laterales - 6-10 mm, parte trasera e inferior - 6 mm, torreta - 12-15 mm
  • Armamento: cañón LB-76T de 76 mm (40 cartuchos), ametralladora SG-7,62 de 43 mm (2000 cartuchos)
  • Motor: YaAZ-204, diésel, 131 CV.
  • Velocidad: hasta 42 km/h (carretera), hasta 15 km/h (terreno accidentado), 10 km/h (a flote)
  • Autonomía: 150–350 km (carretera), 90–100 km (todoterreno/agua)
  • Suspensión: barra de torsión individual

 

El diseño del K-90 era simple y económico, pero la insuficiente fiabilidad de la transmisión y la vulnerabilidad de las hélices limitaron sus capacidades en comparación con el PT-76.

aplicación en el combate

El K-90 no participó en operaciones de combate reales, ya que permaneció en fase de prototipo. En 1950, dos prototipos se sometieron a pruebas de campo, incluyendo pruebas comparativas con el PT-76. El K-90 demostró resultados satisfactorios al superar obstáculos acuáticos gracias a sus hélices, pero fue inferior al PT-76 en cuanto a fiabilidad y protección de la hélice. Las pruebas revelaron problemas con la transmisión, que no soportaba bien las cargas en terrenos accidentados, así como una protección insuficiente de las hélices contra daños. Como resultado, el PT-76, con su propulsión a chorro de agua, se consideró más prometedor y se puso en servicio.

Aunque el K-90 no se empleó en combate, su desarrollo proporcionó una valiosa experiencia en el desarrollo de tanques anfibios. El proyecto demostró que las hélices tradicionales eran menos efectivas que los propulsores de agua, lo que influyó en el desarrollo posterior de vehículos anfibios soviéticos como el BMP-1 y el BTR-50.

Significado y legado

El K-90, a pesar de su fracaso, contribuyó al desarrollo de los tanques anfibios soviéticos. Su diseño demostró la posibilidad de crear un vehículo anfibio ligero basado en unidades existentes, lo cual fue importante en las condiciones económicas de posguerra. La experiencia de las pruebas del K-90 confirmó las ventajas de la propulsión a chorro de agua, que se convirtió en el estándar para vehículos posteriores, como el PT-76 y sus modificaciones. Además, el desarrollo paralelo del vehículo blindado de transporte de personal K-78 demostró el potencial para la unificación de plataformas para tanques y vehículos blindados de transporte de personal.

Culturalmente, el K-90 es menos conocido que tanques de producción como el T-55 o el PT-76, debido a su limitada producción y su falta de uso en combate. Sin embargo, sigue siendo objeto de interés para historiadores y entusiastas militares. Uno de los prototipos del K-90 se conserva y se exhibe en el Parque Patriota de Rusia, atrayendo la atención por su diseño compacto y su peculiar historia. El tanque también se menciona en publicaciones especializadas y ocasionalmente aparece en maquetas.

Comparado con el PT-76, el K-90 era más sencillo y económico de producir, pero inferior en fiabilidad y capacidad anfibia. En comparación con sus homólogos occidentales, como el M24 Chaffee estadounidense, el K-90 destacaba por su capacidad anfibia, pero su débil blindaje y su limitada potencia de fuego lo hacían menos versátil.

El K-90 es un ejemplo de un proyecto ambicioso, pero no realizado, que reflejó el deseo de la Unión Soviética de crear un vehículo de combate ligero y versátil en la posguerra. Su diseño sencillo y el uso de componentes fácilmente disponibles demostraron un enfoque pragmático en la construcción de tanques, pero sus deficiencias técnicas y el éxito del PT-76 limitaron su futuro.

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