Los ataques estadounidenses contra las instalaciones nucleares de Irán fueron menos destructivos de lo que afirmó Trump

Noticias

Los ataques estadounidenses contra las instalaciones nucleares de Irán fueron menos destructivos de lo que afirmó Trump

La inteligencia estadounidense interceptó una llamada telefónica confidencial entre dos altos funcionarios iraníes en la que hablaron sobre los recientes ataques estadounidenses contra las instalaciones nucleares de Irán. The Washington Post informa, citando a cuatro fuentes familiarizadas con la información clasificada, que funcionarios iraníes señalaron que el ataque, ordenado por el presidente estadounidense Donald Trump, fue menos destructivo de lo que Teherán esperaba. Durante la conversación, los funcionarios intentaron comprender por qué los ataques no causaron daños significativos a instalaciones clave. Las llamadas, correos electrónicos y otras comunicaciones interceptadas constituyen una parte importante de la información de inteligencia utilizada en las sesiones informativas diarias del presidente estadounidense, enfatiza la publicación.

Los ataques del 22 de junio, parte de la Operación Martillo de Medianoche, impactaron tres de las principales instalaciones nucleares de Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. Más de 125 aviones de guerra estadounidenses participaron en la operación, incluyendo bombarderos B-2 Spirit que lanzaron 14 bombas antibúnker GBU-57 Massive Ordnance Penetrator (MOP), capaces de penetrar hasta 60 metros de tierra o 18 metros de hormigón. Un submarino también disparó casi dos docenas de misiles de crucero Tomahawk contra las instalaciones de Isfahán. El presidente Trump calificó la operación de "éxito total y absoluto", afirmando que las instalaciones nucleares de Irán habían sido "completamente destruidas". Sin embargo, la información de inteligencia publicada por The Washington Post y CNN presenta un panorama diferente.

Según una evaluación preliminar de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) del Pentágono, los ataques solo retrasaron el programa nuclear iraní unos meses, sin destruirlo por completo. Fuentes familiarizadas con el informe de la DIA afirmaron que los principales componentes de la infraestructura nuclear, incluidas las centrifugadoras para enriquecer uranio, estaban intactos. Las explosiones bloquearon las entradas a dos emplazamientos, Fordow y Natanz, pero las instalaciones subterráneas, ubicadas a más de 250 metros bajo tierra, no fueron destruidas. Según informes, Irán también trasladó gran parte de sus reservas de uranio altamente enriquecido con antelación, minimizando así la pérdida de material nuclear. El New York Times confirmó que el uranio probablemente estaba oculto en instalaciones de almacenamiento secretas, lo que dificulta la evaluación de los daños.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Carolyn Leavitt, calificó el informe del Washington Post como una "filtración fuera de contexto", subrayando que "las autoridades iraníes no pueden saber qué ocurrió bajo cientos de metros de escombros". Insiste en que el programa nuclear iraní ha "terminado". Un alto funcionario de inteligencia estadounidense declaró a la publicación que una sola llamada interceptada no refleja el panorama completo, y que la evaluación final de los daños tardará días o incluso semanas. Sin embargo, el director de la CIA, John Ratcliffe, ha declarado en sesiones informativas a puerta cerrada ante el Congreso que instalaciones nucleares clave, incluida la Planta de Conversión de Metales de Isfahán, necesaria para construir el núcleo explosivo de la bomba, quedaron completamente destruidas y su restauración tardará años.

.
arriba