El 14 de febrero de 2025, un avión no tripulado de ataque con una ojiva de alto poder explosivo impactó la estructura protectora sobre la cuarta unidad de energía destruida de la central nuclear de Chernóbil.

Como resultado del ataque, el refugio sufrió daños importantes, pero los bomberos extinguieron rápidamente el incendio. Según los datos actuales, el nivel de radiación de fondo no supera los estándares admisibles, lo cual se controla constantemente.

El Refugio, también conocido como Sarcófago, fue construido en 1986 después del desastre de Chernóbil para aislar el reactor destruido y evitar la propagación de material radiactivo. Con el tiempo, sus estructuras comenzaron a perder estabilidad, lo que requirió medidas de seguridad adicionales.

En 2016, sobre el antiguo sarcófago se instaló el Nuevo Confinamiento Seguro (NSC), un arco de acero de 110 metros de altura y 36,2 mil toneladas de peso, diseñado para evitar fugas de radiación y proporcionar condiciones para el desmantelamiento de la unidad energética destruida. El NSC entró en funcionamiento en 2019.

Las organizaciones internacionales, incluido el OIEA, expresan su disposición a prestar apoyo en la evaluación de los daños y el desarrollo de medidas para prevenir incidentes similares en el futuro.