Una base militar estadounidense ubicada en la provincia de Hasakah, en el este de Siria, fue atacada por drones kamikazes desconocidos. Como resultado del ataque con drones, se produjo un fuerte incendio en la base.
Según fuentes locales, el ataque se produjo de forma repentina y el fuego rápidamente envolvió gran parte de la base. Aún no se sabe qué instalaciones de la base fueron dañadas o destruidas, ni sobre posibles víctimas entre el personal militar estadounidense. Sin embargo, la magnitud del incendio indica graves consecuencias del impacto.
De momento no hay información sobre quién está detrás de este ataque. El ataque se produce en medio de la inestabilidad actual en el este de Siria, con varios grupos armados activos en la región.