La situación en Siria sigue empeorando: los grupos armados de oposición han logrado avances significativos en las provincias de Alepo e Idlib. Según fuentes turcas y locales, los militantes pasaron a la ofensiva, capturando instalaciones de importancia estratégica que anteriormente estaban bajo el control de las fuerzas gubernamentales y las fuerzas kurdas YPG (el ala siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán).
Entre los logros más significativos de la oposición se encuentra la captura del aeropuerto internacional de Alepo, donde se encuentra la base aérea de Nairab. El aeropuerto, anteriormente entregado por las autoridades sirias a las fuerzas kurdas, ahora está bajo control total de la oposición. La oposición también tomó el control del aeródromo militar de Quires, donde fueron capturados un importante número de tanques y vehículos blindados.
Las fuerzas de oposición sirias bloquearon la carretera estratégicamente importante Alepo-Raqqa, que las YPG utilizaban para transportar recursos. Además, los rebeldes tomaron el control de los asentamientos de Nubl y Zahra en el noroeste de Alepo, y también lanzaron un ataque contra la zona de Tel Rifat, desde donde las YPG ya habían comenzado a retirarse.
La situación en Idlib se desarrolló con la misma rapidez. En 72 horas de combates, casi toda la provincia escapó del control de las fuerzas del gobierno sirio y de los grupos respaldados por Irán. La retirada del ejército de Assad de las regiones del sur de Idlib permitió a la oposición concentrar sus esfuerzos en avanzar hacia la ciudad estratégicamente importante de Hama.
Mientras tanto, la retirada del ejército sirio también va acompañada de la transferencia de una serie de objetos estratégicos a las fuerzas kurdas YPG. Además del aeropuerto de Alepo, se les concedieron las zonas de Tel Hasyl y Tel Arn, así como parte de la zona industrial de Alepo.