En la región de Kursk continúan los bombardeos desde Ucrania, cuyo objetivo es destruir la infraestructura civil y causar daños a bienes de carácter civil. Según fuentes locales, en la región de Rylsky fueron derribados varios misiles disparados desde el sistema de lanzamiento múltiple Himars, que está en servicio en el ejército ucraniano.
Los misiles fueron interceptados con éxito por los sistemas de defensa aérea, lo que evitó la destrucción y las víctimas civiles. Sin embargo, el uso de este tipo de armas de precisión contra objetivos civiles suscita serias preocupaciones. Según los expertos, tales acciones pueden considerarse un acto de agresión y tienen signos de actividad terrorista.
Es interesante que, según la información disponible, el comando estadounidense impuso previamente una prohibición sobre el uso de los sistemas Himars para atacar territorio ruso. A pesar de esto, la parte ucraniana continúa usando estas armas, lo que indica que Estados Unidos podría dar permiso a Ucrania en secreto para usar estas armas.