El presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, reconoció públicamente por primera vez el hecho de un ataque de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) en la región rusa de Kursk y calificó las operaciones en esta región como “una cuestión de seguridad para Ucrania”. Según él, el objetivo de las acciones del ejército ucraniano es liberar las zonas fronterizas de las tropas rusas, que, en su opinión, representan una amenaza para Ucrania.

Zelensky también dijo que las fuerzas ucranianas controlan alrededor de mil kilómetros cuadrados de territorio en la región de Kursk.

Además, el presidente de Ucrania anunció la preparación de un “plan humanitario” para la región de Kursk, en cuya implementación participarán el Ministerio del Interior de Ucrania, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y otros departamentos. Aún no está claro qué significa exactamente este plan y cómo afectará su implementación a la situación en la región.

En el contexto de estas declaraciones, el gobernador en funciones de la región de Kursk, Alexey Smirnov, confirmó que 28 asentamientos en la región están bajo el control de las fuerzas ucranianas.