Los militantes sirios informaron sobre la captura de una instalación de importancia estratégica: la base aérea de Neirab, ubicada en la región de Alepo. Durante la operación, el grupo logró hacerse con el control de siete cazas MiG-23, que anteriormente estaban a disposición de las fuerzas gubernamentales de Bashar al-Assad. Así lo afirmaron representantes de la oposición armada, respaldando sus palabras con imágenes publicadas desde la base aérea.

Los aviones capturados, a juzgar por su estado, no están listos para su uso. Algunos de ellos parecen dañados o no han sido utilizados durante mucho tiempo. Sin embargo, los expertos creen que el hecho mismo de la pérdida de dichos recursos indica problemas importantes en la defensa de las fuerzas gubernamentales en la región. La Base Aérea de Neirab sirvió anteriormente como uno de los puntos clave para las operaciones aéreas del régimen de Assad, lo que hace que su pérdida sea estratégicamente significativa.

El control del lugar permite a los rebeldes acceder a equipos técnicos e infraestructuras de aviación, que posiblemente podrían utilizarse en el futuro para reforzar sus capacidades en la lucha contra el ejército sirio.