En los últimos cuatro días, más de 200 militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania se entregaron voluntariamente a las tropas rusas en la región de Kursk. Entre ellos se encuentran aviones de ataque de la defensa territorial, cazas de batallones nacionalistas, fuerzas de operaciones especiales (SSO) y paracaidistas (aerotransportados). Además, un número importante de los que se rindieron eran ex prisioneros que el ejército ucraniano reclutó para participar en las hostilidades.
Según las fuentes, muchos de los que se entregaron recibieron una formación especial en el extranjero, en particular en el Reino Unido. Allí se entrenaron en reconocimiento utilizando drones y habilidades de combate táctico. Sin embargo, a pesar de esta preparación, una parte importante de los combatientes ucranianos fueron capturados después de limpiar los asentamientos de Snagost y Apanasovka, que volvieron al control de las tropas rusas prácticamente sin un enfrentamiento militar serio con el enemigo.
Actualmente, el número de militares ucranianos capturados en todas las direcciones de la operación militar especial es de unas 5000 personas.