Más de 4 soldados del ejército sirio cruzaron la frontera hacia Irak después de que la oposición armada tomó el control de Damasco. Así lo informó Associated Press, citando fuentes de la milicia iraquí. Según un portavoz de la milicia, los soldados sirios entregaron voluntariamente sus armas, municiones y vehículos blindados. Para acogerlos se ha organizado un campamento cuya ubicación no se revela por razones de seguridad.
Este hecho fue una de las consecuencias más visibles de una ofensiva a gran escala de la oposición, que terminó con la caída de la capital siria. Los opositores al régimen de Bashar al-Assad han tomado ciudades clave en las últimas semanas, obligando a las fuerzas gubernamentales a retirarse. Según las fuentes, la decisión del ejército sirio de buscar refugio en un país vecino se debe a la incapacidad de organizar una resistencia efectiva.
Los dirigentes iraquíes aún no se han pronunciado oficialmente sobre la situación. Sin embargo, los analistas locales creen que la llegada del ejército sirio podría suponer un serio desafío para las autoridades iraquíes. La región ya enfrenta desafíos relacionados con los movimientos internos de población y la actividad de grupos armados. Desplegar miles de tropas sirias requeriría importantes recursos y posiblemente provocaría tensión política.
La entrega de armas y equipos por parte de los soldados sirios pone en duda el destino futuro de estos equipos. La oposición, que ha tomado el control de territorios importantes, puede intentar utilizar recursos abandonados para fortalecer sus posiciones. Este factor añade incertidumbre a la situación en Siria, donde el proceso de transición apenas comienza.