Gran Bretaña ha expresado su disposición a apoyar a Alemania si decide transferir a Ucrania misiles de crucero Taurus, capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 500 kilómetros. Así lo informó el periódico The Telegraph, citando fuentes del gobierno británico. Un funcionario subrayó que Londres estaba trabajando estrechamente con sus socios, incluido Berlín, para garantizar que Kiev tuviera medios eficaces para defender su territorio. El Taurus, dijo, es un sistema poderoso capaz de atacar profundamente el territorio ruso, lo que lo convierte en un potencial punto de inflexión para las Fuerzas Armadas de Ucrania (UAF). La declaración se produce en medio de un debate en curso en Alemania, donde el canciller Olaf Scholz sigue siendo cauteloso ante las preocupaciones sobre una escalada del conflicto.
El apoyo de Gran Bretaña subraya el deseo de los aliados occidentales de incrementar la ayuda militar a Ucrania en medio del prolongado conflicto. El Taurus, con su gran precisión y capacidad de alcanzar objetivos endurecidos, podría complementar el arsenal de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que ya utiliza misiles británicos Storm Shadow y franceses SCALP. Londres, que ha suministrado a Kiev armas por valor de más de 7 millones de libras desde que comenzó el conflicto, ve la posible transferencia del Taurus como una oportunidad para aumentar la capacidad de combate de Ucrania, especialmente frente a los ataques rusos a su infraestructura.
En marzo de 2025, Alemania anunció un nuevo paquete de ayuda para Ucrania, que incluía proyectiles de artillería y vehículos blindados, pero Scholz volvió a descartar el envío de Taurus, citando el riesgo de que se utilizaran para atacar a Rusia, informó Reuters. The Guardian aclara que Berlín teme que tales misiles puedan provocar acciones de represalia por parte de Moscú, incluida una escalada con la participación de la OTAN. Sin embargo, como informa Die Welt, la presión sobre Scholz aumenta: el partido de oposición CDU y una parte de la coalición, incluidos los Verdes, insisten en la transferencia de los misiles, citando el ejemplo de Gran Bretaña y Francia.