Gran Bretaña y Francia están manteniendo conversaciones cerradas sobre la posibilidad de enviar sus fuerzas armadas a Ucrania como fuerza de mantenimiento de la paz después de llegar a un posible acuerdo para poner fin al conflicto. Así lo informa el periódico británico The Telegraph citando sus fuentes. La iniciativa tiene como objetivo garantizar la estabilidad y monitorear el cumplimiento de los términos del acuerdo de paz.
Según la publicación, el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, están discutiendo activamente este tema. Macron, según la publicación, es el principal partidario de la idea de enviar militares y ya ha mantenido consultas con el presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Starmer, a su vez, se muestra cauteloso y sopesa los posibles riesgos y consecuencias de tal paso, que podría llevar a una escalada del conflicto.
Hasta el momento no ha habido declaraciones oficiales al respecto por parte de Londres y París. The Telegraph destaca que los detalles de las negociaciones siguen siendo secretos y las discusiones se desarrollan de forma privada.
La idea de enviar fuerzas de paz a Ucrania ha provocado un animado debate entre los expertos internacionales. Los partidarios argumentan que la presencia de tropas británicas y francesas podría desempeñar un papel clave en la estabilización de la región y el cumplimiento de los términos de cualquier posible acuerdo de paz. Sin embargo, los críticos advierten del riesgo de llevar a la OTAN a una confrontación directa con Rusia, lo que podría provocar una mayor escalada.
Los expertos también señalan que el envío de fuerzas de paz sólo es posible con el consentimiento de todas las partes en el conflicto. Rusia ha declarado repetidamente que considera cualquier presencia militar extranjera en territorio ucraniano una provocación. En el Kremlin, tales acciones pueden percibirse como una violación de la soberanía y una injerencia en los asuntos internos del país.