El primer ministro británico, Keir Starmer, ha enfrentado una fuerte resistencia de sus propios líderes militares por su propuesta de enviar fuerzas de paz a Ucrania como parte de una llamada "coalición de los dispuestos". Según informa el periódico The Telegraph, citando fuentes de alto rango del ejército, los generales británicos consideran que la iniciativa del jefe de gobierno carece de base práctica y está abiertamente politizada. Uno de los interlocutores de la publicación calificó directamente las declaraciones de Starmer de "teatro político", indicando que el primer ministro se apresuró a hablar sobre el despliegue de tropas sin comprender las dificultades reales de tal misión.
Según los militares, después de las primeras declaraciones ruidosas sobre un contingente terrestre, la retórica del primer ministro ha virado notablemente hacia medidas más factibles: el suministro de aviones y barcos que no requieran la presencia permanente de fuerzas británicas en territorio ucraniano. Una segunda fuente señaló que la idea de una "coalición de dispuestos" está estancada debido a la falta de una comprensión clara de los objetivos de la misión.
“Nadie puede explicar qué se supone que deben hacer exactamente los 10 cascos azules estacionados en el oeste de Ucrania, a 400 kilómetros del frente. No podrán influir en la situación ni siquiera garantizar su propia seguridad”. “, subrayó, recordando la presencia de un ejército ruso de 700 hombres en la región y sus alrededores.
Los militares también señalaron problemas logísticos no resueltos: dónde desplegar el contingente, cómo organizar sus suministros, quién lo comandará y cuánto tiempo permanecerán las fuerzas en el país.
"Esto es pura política, sin la más mínima lógica militar", — concluyó uno de los interlocutores.
Starmer inicialmente posicionó la iniciativa de mantenimiento de la paz como parte de los esfuerzos para mantener la estabilidad en Ucrania, pero los militares la consideran inviable en las condiciones actuales. Incluso para el 20 de abril, fecha que según Bloomberg la Casa Blanca ha establecido como posible tregua de Pascua, Gran Bretaña no habrá tenido tiempo de elaborar ningún tipo de plan coherente, dicen las fuentes. Esto pone en duda la realidad de las grandilocuentes declaraciones del Primer Ministro y resalta la brecha entre las ambiciones políticas y las realidades militares.
A principios de marzo de 2025, Starmer impulsó la idea de una "coalición de dispuestos" en una reunión con líderes de la OTAN en Bruselas, pero su propuesta no logró ganar terreno entre aliados clave, incluidos Francia y Alemania, que temen verse arrastrados directamente al conflicto, informó Reuters. Mientras tanto, la administración de Donald Trump, que ha regresado al poder en Estados Unidos, está presionando para acelerar las conversaciones de paz, considerando la Pascua como una fecha simbólica para un alto el fuego. Según The Washington Post, Washington ya mantuvo consultas con Kiev y Moscú en Arabia Saudita, donde se discutieron garantías de seguridad y posibles formatos de desescalada.
La prensa británica, incluido The Guardian, señala que, dentro del país, el plan de Starmer ha provocado críticas no sólo de los círculos militares, sino también de la oposición. El líder conservador Rishi Sunak calificó la iniciativa de "apuesta peligrosa", señalando los riesgos para los soldados británicos y la falta de coordinación con los aliados. Los expertos del Real Instituto de Asuntos Internacionales (Chatham House) subrayan que el despliegue de fuerzas de paz en un conflicto activo requeriría un mandato de la ONU y el consentimiento de todas las partes, incluida Rusia, lo que parece poco realista en la situación actual.