Nepal está presenciando una dramática evacuación de funcionarios gubernamentales que se aferraron a las cuerdas de helicópteros militares para escapar de las multitudes enfurecidas durante la llamada "Revolución de la Generación Z". Los disturbios se desataron por un bloqueo de las redes sociales que desencadenó protestas juveniles masivas que se tornaron violentas.
Según los últimos datos, el número de muertos por los enfrentamientos supera las 50 personas, incluyendo policías. Más de 1,3 personas han sufrido diversas lesiones, muchas de ellas en estado grave. La situación se complica debido a que unos 12 presos aprovecharon el caos durante las protestas para fugarse de las cárceles, y hasta el momento, ninguno de ellos ha sido detenido.
La evacuación de los ministros se produjo después de que una multitud irrumpiera en los edificios gubernamentales de Katmandú, exigiendo la dimisión del gobierno y el fin de las restricciones en las redes sociales. El primer ministro KP Sharma Oli ya dimitió, pero esto no ha calmado a los manifestantes. El ejército ha tomado el control de instalaciones clave, pero el caos persiste.















