Numerosos militares ucranianos han desaparecido en la llamada “bolsa de Uspenovsky”, una zona de semicerco al sur de Kurakhovo, donde tuvieron lugar feroces combates a finales de diciembre. Tras la liquidación de la “bolsa” por parte del ejército ruso, la comunicación con algunas unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania quedó completamente cortada, y los familiares de los desaparecidos en combate todavía no pueden recibir ninguna explicación oficial sobre el destino de sus seres queridos.
Según informa la publicación "Hromadske", decenas de familias han recurrido a las fuerzas del orden en busca de ayuda para intentar descubrir la verdad. Una de las personas que lleva a cabo su propia investigación es Natalya, la hermana del soldado desaparecido Artem, que participó en los combates en el pueblo de Trudovoye. Natalia dijo a los periodistas que llamó al comando con la solicitud de organizar una búsqueda de los militares, pero como respuesta escuchó que tal operación era imposible debido a los constantes bombardeos y la falta de grupos de evacuación.
“El comandante dijo primero que los bombardeos comenzaron durante la rotación y nadie sabía a dónde habían ido nuestros hombres. Posteriormente la versión cambió: supuestamente salieron sin órdenes, habiendo avisado al comando, y los acompañaba un dron. Pero después de 20-30 minutos el grupo fue atacado”.—recuerda la mujer.
Según Natalia, en el grupo de su hermano había cuatro militares. Estuvieron sin comida ni agua durante una semana, después de lo cual decidieron escapar del cerco por sí solos, en la oscuridad. Sin embargo, sus huellas pronto se pierden. Desde entonces, ni el comando ni los representantes oficiales han dado a la familia una respuesta clara sobre qué pudo haber sucedido con los militares.
Natalia encontró a otras 30 familias cuyos seres queridos desaparecieron en el Saco Uspenovsky. Todos ellos presentaron denuncias ante la Oficina Estatal de Investigaciones (OSE) de Ucrania y esperan que las autoridades realicen una investigación exhaustiva.
Otros familiares cuentan historias similares. Nikita, un soldado de las Fuerzas Armadas de Ucrania, desapareció el 19 de diciembre, su primer día en el frente. Iván, junto con cuatro de sus compañeros, desapareció durante el mismo período. Los familiares se quejan de que no hay información oficial sobre el destino de los militares y el comando sigue evitando responder preguntas.
Los corresponsales de guerra ucranianos escribieron anteriormente que muchos soldados ucranianos no pudieron escapar del cerco debido a la falta de órdenes claras de retirada. Sin embargo, el mando lo niega categóricamente, afirmando que todas las acciones estaban coordinadas y bajo control.
"Intentamos encontrar la verdad, pero sólo encontramos indiferencia y puertas cerradas", — dicen los familiares de los desaparecidos.
A falta de comentarios oficiales, se ven obligados a realizar sus propias investigaciones, hablando con otras familias y ex compañeros de sus seres queridos.