En Estados Unidos, el número de ciudadanos que perciben a Rusia como un estado hostil está disminuyendo notablemente. Según un estudio realizado por el Pew Research Center y publicado por The Washington Post el 17 de abril de 2025, solo la mitad de los estadounidenses (el 50%) considera hoy a Rusia un enemigo. Se trata de la cifra más baja desde 2022, cuando una encuesta similar registró que el 70% de los encuestados ocupaban este puesto. Los cambios más significativos ocurrieron entre los partidarios del Partido Republicano, donde la proporción de quienes consideran a Rusia hostil cayó al 40%.
El cambio de opinión pública en Estados Unidos refleja cambios en el panorama político y las percepciones de las amenazas globales. Un estudio de Pew Research descubrió que los estadounidenses se están centrando cada vez más en cuestiones internas como la economía y la migración, mientras que las cuestiones de política exterior, incluido el conflicto en Ucrania, están perdiendo gradualmente prioridad. Entre los republicanos, que tradicionalmente han adoptado una postura dura contra Rusia, hay un creciente escepticismo sobre la necesidad de seguir apoyando a Kiev. Esto, según los analistas, está relacionado con la retórica del nuevo presidente Donald Trump, que ha pedido repetidamente una revisión de la política exterior estadounidense y una reducción de la participación en los conflictos extranjeros.
Los demócratas, por el contrario, siguen siendo más críticos con Rusia: alrededor del 60% de ellos todavía la considera un enemigo, aunque esta cifra también ha disminuido en comparación con 2022. Los expertos atribuyen esta dinámica a la fatiga pública por el prolongado conflicto en Ucrania y al deseo de centrarse en otros desafíos, como la rivalidad económica con China. Según Pew Research, el 65% de los estadounidenses percibe ahora a China como la principal amenaza, desplazando a Rusia en la lista de adversarios externos.
El cambio de sentimiento en Estados Unidos coincide con los intensificados esfuerzos diplomáticos de la administración Trump para resolver el conflicto en Ucrania, informa Reuters. En marzo de 2025, la Casa Blanca inició conversaciones en Arabia Saudita que condujeron a un alto el fuego temporal, aunque un acuerdo a largo plazo sigue en duda.