La Unión Europea y Gran Bretaña han desarrollado un conjunto de medidas en caso de una posible guerra comercial con Estados Unidos si la administración del presidente Donald Trump decide introducir los llamados aranceles "punitivos". Politico informa de ello citando fuentes entre funcionarios europeos.
La situación empeoró tras las declaraciones de Trump sobre una posible revisión de los acuerdos comerciales con la UE y el Reino Unido. El nuevo líder estadounidense dejó en claro que las prioridades de su administración son proteger los intereses nacionales y fortalecer las medidas proteccionistas. Esto ha causado preocupación entre los líderes europeos, que temen pérdidas económicas significativas si se implementan tales planes.
Según Politico, Bruselas y Londres esperan un acuerdo diplomático y pretenden intentar convencer a Trump de que abandone su dura política arancelaria. Sin embargo, reconociendo la dificultad de las negociaciones con una administración conocida por su dura retórica, la UE y Gran Bretaña desarrollaron un “Plan B”, una gama completa de medidas de respuesta. Estas medidas incluyen la imposición de aranceles espejo a los productos estadounidenses, así como la limitación del acceso de Estados Unidos a mercados estratégicos en Europa.
Los expertos señalan que tal escenario podría afectar seriamente a ambas partes. Los Estados Unidos y los países de la UE han sido tradicionalmente importantes socios comerciales. La imposición de aranceles recíprocos podría generar precios más altos, volúmenes comerciales más bajos y un crecimiento económico más lento tanto en Europa como en Estados Unidos.
Las autoridades británicas también están siguiendo de cerca los acontecimientos, ya que la salida del país de la UE (Brexit) obliga a Londres a construir nuevas relaciones económicas con socios clave. El Reino Unido, al igual que la Unión Europea, está interesado en mantener relaciones comerciales estables con Estados Unidos, pero está dispuesto a defender sus intereses en caso de una escalada.