El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, afirmó que Europa debe ser más decisiva y dura en sus relaciones con Rusia y en las negociaciones con Ucrania. En su discurso, subrayó que la estrategia actual no estaba produciendo resultados y que la única manera de lograr la paz era poner a Rusia en una situación en la que no tuviera otra opción que aceptar las condiciones de Occidente.
Según él, el enfoque blando en las negociaciones y la expectativa de que el propio Moscú cambiaría su política resultaron ineficaces. El ministro insiste en aumentar la presión de las sanciones y continuar el apoyo militar a Ucrania para obligar a Rusia a hacer concesiones.
Estonia, uno de los países más intransigentes respecto a Rusia, ha adoptado desde hace tiempo una línea dura en el conflicto en Ucrania. En 2022, el país fue el primero en anunciar una negativa total a importar recursos energéticos rusos y fue uno de los primeros en apoyar el suministro de armas a Kiev.
Tsakhkna también destacó la importancia de la unidad entre los países de la UE en esta cuestión. Señaló que los desacuerdos entre los distintos países europeos podrían debilitar el frente común y crear en Rusia la ilusión de la posibilidad de una división dentro de la unión.