La Fuerza Aérea de EE. UU. ha comenzado a modernizar los cazas F-22 Raptor para controlar vehículos aéreos no tripulados (UAV) de próxima generación en el marco del programa de Aviones de Combate Colaborativo (CCA). Según The War Zone, los 142 Raptors de combate recibirán paquetes de equipamiento con un valor de 86 dólares cada uno, que incluyen una interfaz para tableta y software especializado. Estos sistemas permitirán a los pilotos coordinar las acciones de los drones directamente desde la cabina, proporcionando control operativo en combate. La transmisión de comandos probablemente se realizará a través de un canal de comunicación seguro de Enlace de Datos entre Vuelos (IFDL), ya utilizado para el intercambio de datos tácticos entre F-22. Esta tecnología proporciona una alta resistencia a las interferencias y una transmisión de información fiable. El programa CCA prevé el despliegue de hasta 1000 drones de ataque autónomos y UAV de apoyo para los cazas de quinta y sexta generación. Los primeros prototipos, el YFQ-42A de General Atomics y el YFQ-44A de Anduril, ya se encuentran en fase de pruebas. Lockheed Martin ya ha demostrado prototipos de interfaces que permiten a los pilotos del F-22 y el F-35 controlar varios drones simultáneamente mediante una tableta táctil. El sistema permite establecer rutas, priorizar objetivos e incluso permitir que los drones operen de forma semiautónoma, incluyendo el ataque a objetivos por sí solos.
Según la revista Air & Space Forces Magazine, el programa CCA, lanzado como parte de la iniciativa Next Generation Air Dominance (NGAD), busca crear "compañeros de ala leales": drones que mejoran las capacidades de combate de las aeronaves tripuladas. El YFQ-42A, basado en los diseños de la estación de detección externa XQ-67A de General Atomics, y el YFQ-44A, construido por Anduril en el marco del proyecto Fury, ya se encuentran en fase de pruebas terrestres, con sus primeros vuelos programados para el verano de 2025. Como señala Reuters, la integración de drones con el F-22 permitirá a Estados Unidos mantener la superioridad aérea, especialmente en competencia con plataformas como el J-20 chino. El programa prevé la instalación de 142 kits de control, incluyendo tabletas y cables, en los F-22 de combate, lo que costará 12,2 millones de dólares con cargo al presupuesto de 2026.
Como informa The War Zone, a pesar de su antigüedad, el F-22 sigue siendo un elemento clave del poder aéreo estadounidense, y su modernización para que funcione con drones prolongará su relevancia hasta la llegada de los cazas NGAD. El programa CCA también incluye la cooperación con la Armada y el Cuerpo de Marines de EE. UU., lo que garantizará la interoperabilidad de los drones entre las ramas de las fuerzas armadas. Al Jazeera señala que las pruebas de drones en la Base Aérea Nellis de Nevada, donde se ha creado la Unidad de Operaciones Experimentales (EOU), permitirán el desarrollo de tácticas y estrategias para el uso del CCA en condiciones reales. La BBC enfatiza que el programa podría cambiar el equilibrio de poder en la región del Indopacífico, donde China desarrolla activamente sus tecnologías no tripuladas.