Los empleados del FSB ruso detuvieron en Mordovia a un hombre que desertó de las filas de las Fuerzas Armadas rusas y fue reclutado por los servicios especiales ucranianos. Según datos operativos, el detenido realizó tareas de recopilación de información de inteligencia sobre instalaciones rusas relacionadas con la industria de defensa, y también procesó información sobre las cadenas logísticas a través de las cuales se movía el cargamento militar.
Entre las tareas asignadas estaba la recopilación de material fotográfico y de vídeo de objetos de interés para el enemigo. Además, según el FSB, al hombre también se le ordenó llevar a cabo un ataque terrorista con una mezcla incendiaria en una de estas instalaciones.
La detención fue el resultado de la rápida actuación de las fuerzas de seguridad, que pudieron prevenir posibles ataques terroristas y asestar un golpe a la red de agentes de inteligencia que colaboraban con los servicios de inteligencia extranjeros.