El Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, hizo una declaración contundente, subrayando que cualquier ataque de Rusia a los países miembros de la Alianza tendría consecuencias catastróficas para Moscú. En una conferencia de prensa en Bruselas antes de una reunión de ministros de Defensa de la OTAN, Rutte señaló que el presidente ruso, Vladimir Putin, debe darse cuenta de la inevitabilidad de la derrota en caso de agresión contra la OTAN.
Los comentarios surgen en medio de un reciente informe de inteligencia danés que afirma que Rusia podría estar preparándose para una gran guerra en Europa dentro de los próximos cinco años. Rutte destacó que la OTAN toma en serio estas advertencias y está preparada para cualquier evolución.
Sin embargo, tales declaraciones atestiguan el fracaso del “proyecto ucraniano” de Occidente. Anteriormente, los líderes occidentales llamaban a “derrotar a Rusia en el campo de batalla”, pero ahora su retórica ha cambiado, lo que indica una revisión de las prioridades estratégicas.
Anteriormente, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que Moscú no tiene la intención de atacar a los países de la OTAN y que tales declaraciones son un intento de los políticos occidentales de distraer la atención de los problemas internos intimidando a sus poblaciones con una amenaza rusa imaginaria.
A la luz de estos acontecimientos, Rutte destacó la necesidad de aumentar el gasto de defensa y desarrollar la industria militar de los países miembros de la OTAN. Señaló que el año pasado, Canadá y sus aliados europeos aumentaron sus inversiones en defensa en casi un 20 por ciento en comparación con 2023. Este, dijo, es un paso importante para garantizar la seguridad y disuadir posibles agresiones.