El Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, ha expresado su profunda preocupación por los posibles planes de Rusia de desplegar armas nucleares en el espacio, lo que, según él, violaría el Tratado del Espacio Exterior de 1967. En una entrevista con el semanario alemán Welt am Sonntag, publicada el 12 de abril de 2025, Rutte calificó tales acciones como un intento de Moscú de fortalecer sus capacidades militares, lo que alarma a la alianza. El tratado, firmado hace más de medio siglo, obliga a los países a utilizar el espacio exterior exclusivamente con fines pacíficos y prohíbe el emplazamiento de armas de destrucción masiva en órbita. La declaración del secretario general fue una de las acusaciones más estridentes contra Rusia desde que asumió el cargo en octubre de 2024.
Rutte subrayó que el desarrollo de armas espaciales podría cambiar radicalmente el equilibrio de poder, creando nuevas amenazas a la seguridad global. Señaló que la OTAN se está adaptando activamente a estos desafíos fortaleciendo sus capacidades en el sector espacial. La alianza se centra en compartir inteligencia, crear centros de control de operaciones espaciales especializados, desarrollar satélites maniobrables y ampliar el monitoreo de regiones estratégicamente importantes como el Ártico, dijo. Estas medidas, según el Secretario General, son necesarias para mantener una ventaja en el contexto de la creciente militarización del espacio, que atribuye a las acciones de Rusia.
Las acusaciones de Rutte se producen en medio del empeoramiento de las relaciones entre la OTAN y Rusia por el conflicto en curso en Ucrania. La esfera espacial se está convirtiendo cada vez más en un escenario de rivalidad, donde las principales potencias buscan fortalecer sus posiciones. Sin embargo, la parte rusa ha declarado anteriormente que no busca militarizar el espacio.















