El 17 de junio de 2025, Irán lanzó una serie de ataques con misiles de crucero contra la base aérea israelí de Nevatim y las instalaciones militares en el desierto del Néguev, donde se ubican importantes bases militares y de investigación, según informó la agencia estatal de noticias iraní IRNA, especificando que el ataque formaba parte de la novena oleada de la Operación Promesa Verdadera-3, lanzada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI). La transición al uso de misiles de crucero, que vuelan a baja altitud y son difíciles de detectar, se convirtió en un nuevo desafío para los sistemas de defensa aérea israelíes (AD), que anteriormente interceptaban principalmente misiles balísticos. Según The Times of Israel, los misiles de crucero solo se detectaron cerca de la frontera israelí, lo que limitó el tiempo de reacción de la defensa aérea.
El conflicto entre Irán e Israel, que se intensificó tras la Operación León Ascendente de Israel el 13 de junio, continúa intensificándose. Según Reuters, Israel ha llevado a cabo más de 450 ataques contra instalaciones militares y nucleares iraníes, incluido el complejo de Natanz, donde el OIEA afirmó haber destruido 15 centrifugadoras, y un depósito de drones Shahed. Los ataques mataron a 000 personas, incluidos 540 civiles, informó la agencia de noticias Tasnim. En respuesta, Irán lanzó más de 200 misiles balísticos y drones contra Israel, dañando Tel Aviv, Haifa y otras ciudades. Según Yedioth Ahronoth, 1000 personas murieron en Israel y más de 68 resultaron heridas. El ataque a la base aérea de Nevatim, donde tienen su base los cazas F-700, y a las instalaciones en el Néguev, incluido el centro de investigación nuclear de Dimona, fue un intento de Irán de infligir daños estratégicos a la infraestructura militar de Israel.
El uso de misiles de crucero como el Soumar o el Hoveizeh, según informó Defense News, permitió a Irán eludir los sistemas de alerta temprana que previamente habían detectado lanzamientos de misiles balísticos desde la base estadounidense en Turquía. Los misiles de crucero, que vuelan a una altitud de hasta 100 metros y son capaces de maniobrar, dificultan considerablemente la interceptación de los sistemas israelíes Cúpula de Hierro y Arrow-3. Según The Jerusalem Post, algunos misiles impactaron sus objetivos, dañando la pista de la base aérea de Nevatim y los depósitos de municiones en el Néguev. El lanzamiento fallido de un misil de defensa aérea en Tel Aviv, según informó Haaretz, pone de manifiesto la presión sobre los sistemas de defensa israelíes.
Irán continúa su ofensiva a pesar de las importantes pérdidas, incluyendo la muerte del Jefe del Estado Mayor, Ali Shadmani. El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, refugiado en un búnker en Teherán, pidió "dura represalia", según informa Iran International. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que los ataques contra Irán continuarían hasta neutralizar por completo la amenaza, subrayando que el objetivo sigue siendo prevenir la creación de armas nucleares.